La riqueza de África, la pobreza de África.
RESUMEN: (A mi entender) La principal causa de la pobreza en África es que no hay salud cultural. Mucho se habla de la salud mental y de los traumas que puede tener una persona al vivir experiencias que su mente no puede procesar. Sin embargo, poco se habla de la salud sociocultural y de los traumas que puede tener un grupo étnico al vivir procesos sociales que el colectivo, con sus modos de vinculación, no puede procesar.
PARÁLISIS POR ANÁLISIS
Llevo meses pensando en escribir este artículo. Lo pensé tanto tiempo que creía que ya estaba escrito. Mierda. No lo estaba. Y sin este artículo no tiene sentido el siguiente. Pero es que ha pasado tanto tiempo que ya no me acuerdo de qué iba a decir. Le di tantas vueltas para no ser racista. ¡Racista yo! Sí, racista. Porque siempre hay algún subnormal dispuesto a decir que como tú no eres una persona racializada — perdone usted, que yo sí pertenezco a una raza como todo dios—, no puedes hablar. Si es el caso: que te den.
Además, ponga lo que ponga es limitado. No me llegan las páginas para plasmar el alcance de mi razonamiento. Al final he seleccionado qué pongo y qué no. Si quieres que amplíe algo, deja un comentario 😉 ¡Estaré encantada de responder!
Riqueza
Como había avanzado en la entrada anterior Un sueño con trampa, tenía ganas de leer el libro de Sani Ladan. Mi gran sorpresa fue darme cuenta de que tanto Zora Snake, como David Bingong como Sani Ladan son de Camerún. Me llamó la atención el poder de la narrativa que tienen estas tres personas. Cada uno en su estilo y su forma, pero los tres provienen de la misma región geográfica y trabajan con la narrativa.
En ese momento (enero 2024), estaba leyendo Los Grupos Armados del Sahel de Beatriz Mesa, que se centra en los procesos de conflicto y economía criminal en el norte de Mali. En ese libro habla de Amadou Toumani Touré (entre muchos otros), y reconozco el apellido. The River es un álbum de Ali Farka Toure, mi favorito por muchos años y el que me hizo sobrevivir la instrucción militar de la Gloriosa Armada Española. ¡Y hostia que me doy cuenta de que Ali Farka Toure es de Mali! ¿Y sabéis qué cantante es de mis favoritas en la actualidad? Fatoumata Diawara. Esa mujer tiene una sesión en Tiny Desk que make me, make me, make me wanna cry and now I beg to see you dance just one more time. La señora Diawara es también de Mali y no me había dado cuenta que señora Diawara y señor Toure eran del mismo país. Así que en mi mente Camerún queda como país de narrativa y Mali como país de música.
Y serán chorradas, que yo sé que lo son, pero de pronto, conectar estas tres cosas me hizo darme cuenta de una cosa trascendental:
ÁFRICA ES UN MUNDO CUYA MAYOR RIQUEZA SON LOS HOMBRES Y NO LA TIERRA
Primero con la humanidad. Luego con el comercio triangular y la trata de esclavos. Ahora con el contrabando de personas y los flujos migratorios.
En África la gente siempre ha sido y será la mayor riqueza.
Más que los diamantes de sangre, el coltán infanticida y el uranio quemavidas. La riqueza es su gente.
Paradoja
Entonces, ¿por qué son tan pobres?
Para responder a eso voy a hablar de la explicación de la pobreza y mendicidad en la España del Siglo XVI mientras cantidades ingentes de oro y plata entraban por puerto.
La Escuela de Salamanca fue quien aclaró la paradoja riqueza-que-genera-pobreza formulando la Teoría Cuantitativa del Dinero que visibiliza la relación entre la abundancia de moneda y el aumento del nivel de precios. Porque cuanto más dinero hay, menos valor tiene ese dinero.
El pionero en su estudio fue Martín de Azpilcueta. Él analizó los efectos que producía en la economía española la llegada de metales preciosos americanos. Constató que en los países donde el oro y la plata eran escasos, los precios eran mucho más bajos, mientras que en los países con abundancia de estos los precios se disparaban. Su conclusión: la abundancia generaba inflación y, por lo tanto, un incrementos de precios y carestía.
El metal precioso, como mercancía, tiene menos valor cuanto más abundante es. Era una gran paradoja: la existencia de abundante oro y plata generaba pobreza.
Pobreza
Es mentira que África sea pobre.
Puedes conceptualizar la pobreza con los marcadores que gustes, estás analizando una extensión tan grande y con tantos contrastes, que decir algo de África es lo mismo que decir nada. Como quien dice que España está deshabitada. Sí, hay mucho de verdad en eso, pero también demasiada generalización.
«La pobreza es una situación en la cual no es posible satisfacer las necesidades físicas y psicológicas básicas de una persona». No se debe generalizar, en África hay muchos países con acceso a alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, agua potable y electricidad. También hay muchas regiones sin acceso a esos recursos. También hay muchas regiones con una organización social diferente a la nuestra y con diferentes necesidades. Sí, todos necesitamos acceso a agua, alimento, educación, sanidad etc., pero cada grupo humano tiene sus formas específicas de producir estos recursos.
Mucho del problema que hay en África es heredado de los procesos de conquista que los diversos imperios fueron realizando a lo largo del planeta. Por similitud es más fácil crear una cosmovisión conjunta de las poblaciones sometidas si el pueblo opresor se parece a ti. Por ejemplo, el final del reino de Kaniaga y el comienzo del imperio de Mali fue aceptado por la población, por más que una facción se viera sometida a espada. En cambio que el Reino del Congo se viera sometido por el imperio Portugués no genera la misma percepción. Porque no es posible identificarse con un vencedor idealizado. La distancia física (fenotípica) y metafísica (simbólica) es demasiado grande.
Colonialismo
Y he aquí el gran problema: la imposición cultural, la enajenación de los símbolos. La destrucción del tejido social y de los modos de vinculación. La pérdida de identidad. El dolor del alma.
Personalmente, soy fiel defensora de los procesos de hibridación cultural. Creo que es posible establecer lazos entre diferentes modos de vida, comenzando por los puntos de realidad común, y desde ahí establecer un entendimiento. [Aunque esta visión está fuertemente influenciada por Star Trek. Una civilización civilizada que solo entra en contacto con civilizaciones que han alcanzado un nivel de conciencia compatible].
El modo de colonialismo que se dio en África y en el norte de América y Oceanía (continente Australia para los australianos) fue tan voraz y destructor que es imposible el proceso de descolonización.
La descolonización es imposible.
La gente que habla de «descolonizar» y de «descolonización» no tiene ni puta idea de lo que está hablando.
Toda cultura es dinámica y cambiante dentro de ciertos parámetros y conforme a ciertos ritmos. Y nunca hay vuelta atrás.
La colonización es un proceso por el que un pueblo somete a otro apropiándose de los recursos del otro pueblo e imponiendo sus decisiones. De esa forma, el pueblo sometido está en una situación de cultura enajenada e impuesta. Y no hay marcha atrás ni opción de huir hacia adelante. Hablamos de colonialismo cuando la distancia entre el pueblo sometido y el dominador es tan grande que se destruye la posibilidad de retornar a las formas propias de organización del sometido y también se destruye la posibilidad de que los modos de vinculación del pueblo sometido se adapten a la nueva situación. Véanse ejemplos como el de Ruanda, del cual hablaré en el futuro.
Esta es para mí la principal fuente de pobreza en África. Que no hay salud cultural. Mucho se habla de la salud mental y de los traumas que puede tener una persona al vivir experiencias que su mente no puede procesar. Pero poco se habla de la salud social y cultural y de los traumas que puede tener un grupo étnico al vivir procesos sociales que el colectivo, con sus modos de vinculación, no puede procesar.
Y de esto se supone que va este blog y a lo que quiero dedicar mi vida. ¿Cómo retornar a la situación anterior? No se puede. Pero se puede estar bien, se puede recuperar la salud. Se puede volver a un equilibrio.
Asistencialismo
El asistencialismo mal entendido destruye el tejido productivo y crea una espiral de pobreza.
Por un lado, tenemos el ejemplo tonto de que si hay una ONG que se dedica a hacer toda la transformación digital GRATIS a un país, las empresas que se dedican a la digitalización no podrán competir y se verán obligadas a cerrar. Cuando esa ayuda termine, tendremos una población dependiente de esa ayuda externa porque la propia ayuda impidió que las empresas nacionales del sector pudieran florecer. Otro ejemplo: si envías calzado a una población, de forma que adquieren de forma gratuita ese recurso, los artesanos que se dedicaban a hacer calzado tendrán que cerrar. Si después dejas de dar esa ayuda… pues problema porque ya no habrá nadie que sepa hacerlo [ahora que he puesto este ejemplo, algo parecido es lo que le ha pasado al sector productivo español con las ayuditas de la Unión Europea para bajar la productividad en beneficio de productores extranjeros].
Por otro lado, hay dictadores que saben cómo capitalizar las situaciones de desastre en favor de sus intereses y a) llevan a «sus» países a situaciones de pobreza crónica, b) impulsan condiciones para que haya crisis de forma cíclica. En ese sentido el asistencialismo no es solo contraproducente, sino que también inefectivo puesto que la ayuda no llega a la población.
Reflexión final:
¿Puede ser que la riqueza de África sea fuente de pobreza?
Los cinco países más empobrecidos están en África Subsahariana. Sin embargo, esta región es muy diversa y aunque alberga a los países más pobres del mundo, también cuenta con algunas de las economías más dinámicas. Por ejemplo, se prevé que Etiopía, Ruanda, Senegal y Uganda estén entre las economías de más rápido crecimiento del mundo en los próximos años.
Y tú, ¿cómo solucionarías tú los problemas de desarrollo y malnutrición que hay en el mundo? Obviamente es imposible encontrar una solución universal, habría que analizar la situación concreta de cada región y a partir de ahí actuar. ¿Pero cuál crees que sería un buen punto de partida?
Te leo en comentarios,
¡Chao!