Crítica: «Le départ» de Zora Snake

Crítica: «Le départ» de Zora Snake

Le depart

Etnicidad, migración, colonización, diáspora e identidades construidas a través de un relato mitificado. Todo esto encontré en una obra que denuncia el sistema político de Camerún heredado de la descolonización.

Le depart

Este viernes 22 de septiembre del 2023, tuve la oportunidad de ir a La Casa Encendida a ver el espectáculo Le départ, de Zora Snake.

Más allá de su magistral dominio del cuerpo, me llamó la atención cómo el tema de la migración y la construcción de identidades cobró relevancia en el coloquio que hubo en el encuentro con el artista al finalizar la función.

La presente crítica constará de las siguientes partes:

Escenografía, dramaturgia, puesta en escena e interpretación, temáticas y coloquio.

La parte de mayor controversia es la última, por si quieres ir directamente. Y si quieres ver un vídeo del espectáculo, lo tienes aquí debajo 😉

Escenografía

Minimalista. Una pantalla al fondo sobre la cual proyectó vídeo en diferentes momentos de la obra, dos cadenas que colgaban del techo y en su extremo amarraban sacos para golpear y en proscenio tenía una alfombra alargada que delineaba el espacio escénico con dos altares, uno a cada lado.

Este es un punto que me llamó la atención, porque durante el coloquio Snake diría que para él no hay diferencia entre el espacio escénico y las butacas del público, sino que para él todo era uno. Bueno, amigo… ¡Qué quieres que te diga! Esa línea fronteriza marcaba una distancia clara entre tu espacio y el nuestro.

En los altares había diferentes elementos tradicionales que le servirían para transformarse en escena.

Además, otros objetos que no estaban visibles jugarían en escena, como el micrófono y el pie del micrófono y vestuario guardado en patas.

En cuanto a la iluminación, el diseño de luces era bastante estándar y en algunas ocasiones no estaba bien ajustado. Soy consciente de la dificultad de adaptar los espectáculos a diferentes espacios y que tal vez no han podido ejecutar la iluminación original, pero aún así tenían elementos técnicos suficientes en escena para mantener la iluminación centrada en el performer. Hubo momentos en los que se quedaba en sombra cuando el elemento interpretativo era el movimiento del cuerpo. Por lo demás, muy buena ejecución de los cambios y transiciones tanto los técnicos de luz como los de sonido.

Dramaturgia

Me gustó mucho. Él es bailarín, perfomer y coreógrafo. Diría que, además, dramaturgo.

A principios de verano fui a Teatros del Canal con mi novio a ver <<M>> de Marie Chouinard. Para la buena prensa que tiene la compañía me pareció que las carencias compositivas eran notables. «Es que es danza», podría pensar alguien y con ello justificar que no tiene por qué haber una dramaturgia más allá. Sin embargo, En la obra Odisea, un viaje trepidante de la compañía Crea Dance Company dirigida por María Rovira se ve que aún siendo danza, hay una dramaturgia solida donde la experiencia del espectador es dirigida intencionalmente hacia un lugar.

Con estos dos ejemplos intento mostrar que aún en obras de danza 100% hay un mensaje codificado, una intención de transmitir algo coherente. Como diría Albert Boadella, aunque parezca algo desordenado hay un orden subyacente que organiza la experiencia de quien actúa y quien observa.

En este sentido Zora Snake se luce ampliamente. La composición está claramente hilada y realmente transmite un mensaje coherente.

Yo catalogaría esta pieza como teatro posdramático o danza-teatro y no como danza, porque la pieza es claramente un híbrido.

La escena aquí es un espacio abierto a diferentes lenguajes que construyen un sistema de tensiones que funciona por relaciones de contraste, oposición y complementariedad. La obra está dividida en diferentes espacios que fragmenta la experiencia al tiempo que construye un discurso coherente sobre el poder y la rebelión.

  • Sin personajes. Hay diferentes momentos donde el performer representa personas, pero es de forma icónica y sin intención de crear la ilusión de ser ese personaje. Por ejemplo, en un momento de la obra el bailarín aparece en escena mientras de fondo se proyecta una entrevista a Paul Biyá, actual presidente de Camerún. El performer no deja de ser él y aún así evoca la idea de estar representando a Biyá. Pero es un viaje de ida y vuelta donde los límites entre qué Snake, Biyá y otras corporalidades están desdibujadas. Lo único que permanece claro es el mensaje que quiere transmitir.
  • Uso de tecnologías. En la escena se incorpora como elemento funcional tanto el micrófono como el pie de micro que en alguna ocasión hacen de micro y pie de micro, pero su uso no se restringe a la mera convencionalidad. Además, el proyector se incorpora como elemento narrativo así como el juego del diseño de luces.
  • Uso de la palabra. En ocasiones para construir significado textual, en otras, para construir una experiencia sensorial más allá del texto.
  • El significado se construye con una partitura de acciones, no con un guion textual. Es cierto que el uso de la palabra se emplea para construir significado, pero es para poner en contexto al espectador y no para construir el discurso. Este discurso está hilado a través de la sucesión de imágenes proyectadas, partituras corporales y palabras.
  • Las palabras hacen referencia a hechos externos a la acción presente, es decir, no ilustran qué está pasando en la escena, sino más bien los hechos de la vida real que motivan lo que está pasando en escena.

Puesta en escena e interpretación

En general ha sido bastante limpio. Solo he identificado dos errores de ejecución: en un momento en que el micrófono se cayó del pie de micro, que se notó que no estaba planeado aunque reconozco que lo resolvió muy bien y en un momento hacia el final donde después de beber seguía cayendo agua sin que tuviera que caer. Me gustó mucho cómo integró lo del micrófono, pero lo hizo porque necesitaba resolverlo ya que posteriormente usaría el micrófono. En cambio el inesperado elemento del agua no lo integró porque no afectaba a su partitura de acciones. Y… tsk, como espectadora me dio sensación de suciedad que estuviera pasando algo tan relevante a nivel visual (le caía un chorro de agua que le estaba mojando y era muy visible porque brillaba con los focos) y que pasara por encima de ello como si no estuviera pasando (y era obvio que era consciente porque se estaba empapando).

De presencia escénica un 10. De verdad, ¡qué corporalidad y dominio del espacio!

Por otro lado, a la hora de interactuar con los objetos muy bien integrado el inesperado encuentro, la transformación que ese encuentro producía en el lenguaje de su cuerpo y cómo construía significado con ello a través del contraste.

La atmósfera sonora me gustó mucho, porque me gusta la música electrónica e hizo una selección muy buena, pero en ocasiones hubiera preferido poder sentir su respiración sin que un chute de música enlatada me llevara de rave.

Por momentos me dio la sensación de que se estaba escondiendo detrás de la música. Y comprendo que Zora Snake tiene un gran bagaje en danza urbana y que el hip hop está pensado para sonar con bases potentes… pero esto era otra cosa. Personalmente le hubiera quitado la máscara de ese sonido artificial y hubiera dejado su respiración al desnudo. Claro que para gustos colores.

Por lo demás, este señor tiene unas gramáticas corporales que ni Étienne Decroux.

Se le notan las tablas.

Temáticas y coloquio

Ante todo quiero felicitar a Zora Snake por su valentía y por haber encontrado un respaldo institucional que le apoyase en un principio a iniciar este camino de crítica política y social, hasta el punto que ahora él mismo es quien crea espacios seguros para que otros jóvenes de Camerún puedan expresarse libremente a través del arte. Su trabajo es una gran inspiración.

En su obra está presente la corrupción política y los estragos del proceso de descolonización de Camerún, la imposición cultural de la colonización y la perdida de identidad que conlleva, la búsqueda de esa identidad étnica a través de la tradición de los ancestros y el reencuentro con lo intangible inmutable frente al cambio de lo material. Pero sobre todo, el dolor, la rabia y las ganas de hacer algo para cambiarlo.

Durante el coloquio estuvo muy presente la diáspora de Camerún, agradeciendo a Zora Snake su reivindicación de la tradición e interesándose por el proceso creativo de la pieza.

Fue aquí donde pude ver un relato mitificado donde lo que bebe su técnica de lo extranjero (extranjero en relación a Camerún) era borrado del discurso. En su cuerpo pude reconocer claramente la gramática de Pina Bausch (alemana) y la técnica de o Butō (danza contemporánea japonesa). Zora Snake destacó desde muy joven como bailarín de hip-hop en Camerún y posteriormente se graduó en Danza Tradicional y Contemporánea en la École des Sables de Senegal gracias a una beca de formación que le concede el Instituto Francés de Senegal. La gramática que no supe ver es la tradicional, los elementos disruptivos que entraran en conflicto con lo que yo conozco. No hubo choque cultural.

En primer lugar, comenzó hablando en francés y diciendo que era el idioma que había aprendido porque les había colonizado Francia. Aquí percibí el primer elemento de atribución donde el intérprete se identificaba con la historia de colonización vivida en su país, del lado de los oprimidos y no de los beneficiarios.

Los primeros en llegar a Camerún fueron los Portugueses, a los cuales se les debe el nombre. Los siguientes fueron los alemanes pero, tras las devastadoras consecuencias de la Primera Guerra Mundial, se retiraron y fueron los Franceses e Ingleses quienes se repartieron la administración. Y así están hoy en día divididos en el país en dos zonas: la anglófona y la francófona. Esta división crea tensiones y conflictos que en muchas ocasiones deriva en luchas violentas.

Según he podido investigar, actualmente en las escuelas se enseña también el idioma Bamum. He visto que Zora Snake habla tanto francés como inglés con fluidez, cosa que hoy día abre muchas puertas. De cualquier forma, durante la pieza se emplea principalmente el francés. Durante el coloquio el artista hablaba francés y una traductora nos facilitaba la comprensión.

En un momento determinado del encuentro con el artista afirmó que sus movimientos no eran fijos, que no tenía una partitura cerrada y que el movimiento era todo improvisado. Hubo una ovación estrepitosa a lo largo del público pero a mi me chirrió.

Entre la posible pérdida de información con la traducción y la posible libertad de expresión del artista, lo evidente de la realidad empírica se imponía a su discurso. Lo que creo que quería decir, es que tiene un recorrido marcado con determinados puntos que tiene que transitar en un orden concreto y que, sin embargo, lo que hace en cada lugar está abierto a la vivencialidad del momento.

Esto lo interpreto en base a mi propio aprendizaje como actriz de teatro gestual y lo que he visto en la función. Las secuencias del vídeo promocional concuerdan con lo visto en escena, luego hay coreografía cerrada.

Por otro lado le preguntaron en relación a la técnica compositiva y la danza, si eran tradicionales. Él dijo que sí y que para crear se conectaba a sus ancestros. También dijo que obviamente bebía de otras tradiciones y que tenía formación en distintas escuelas, pero que a la hora de crear no ponía una etiqueta, sino que dejaba que su cuerpo creara movimiento libremente gracias a los lenguajes aprendidos.

Voy a terminar esta entrada retomando la diáspora y la identidad basada en un relato mitificado. Había una parte del público cuya ascendencia era de Camerún. Sus preguntas fueron enfocadas hacia los orígenes, la tradición, la etnia… y todo lo aplaudían con entusiasmo y todo lo respondían con sentimiento de pertenencia.

En una de las respuestas, Zora Snake dijo que había investigado con su familia sus orígenes porque quería rescatar la parte tradicional de su linaje. Para ello, hizo referencia a un diálogo con su madre donde le decía algo como «muy bien mamá, está bien que tú seas cristiana y tengas tu biblia, pero yo quiero saber cómo éramos antes de la colonización«. Me llamó la atención que, tal vez durante más de dos cientos años, su tradición pudiera ser el cristianismo y paradójicamente él esté rompiendo la tradición al tratar de recuperar algo anterior a la misma.

Por otro lado, este planteamiento hizo que sintiera que Zora Snake y yo tenemos una tradición común (mis padres también son cristianos y yo he buscado en lo que había antes de mítico y ritual en la Galicia supersticiosa das meigas) que no comparto con mis ancestros desde hace doscientos años como mínimo.

Por otro lado, me imaginé a mí misma si mi abuelo se hubiera ido a las Américas con sus hermanos en un barco. Entonces yo podría ser cualquiera de esas personas que, al escuchar que hay un espectáculo tradicional de mi país de origen, hubiera ido como espectadora. Me hubiera dejado maravillar con los diferentes elementos tradicionales: la ropa, la forma de hablar, de moverse… pero la tradición de las fallas de Valencia, por ejemplo, o el flamenco de Granada, poco o nada tienen que ver con la cultura gallega. Y dentro de Galicia las fiestas del Cristo de la Victoria de Vigo no tienen nada que ver con la fiesta del pulpo de O Carballiño. Y son igualmente tradiciones gallegas.

A esto me refería al principio cuando decía que había visto identidades construidas a través de un relato mitificado. Y creo que es este diálogo, motivado por querer distanciarse del cambio cultural impuesto por la colonización, lo que crea una identidad a través de reconstruir el pasado en relación al presente. Pero esto es más un mito que una realidad. Porque ¿en qué se basa realmente la identidad de una persona?

La necesidad de migrar ha sido una constante a lo largo de la historia, así como la necesidad de mirar atrás para encontrarnos aquí y ahora.

También ha sido una constante histórica que personas cegadas por la ambición trataran de expandir su poder y dominar a otros.

Y en África lo más valioso que encontraron los europeos que la invadieron, no fue ni el oro ni los diamantes. Fue las personas que la habitaban.

Un brindis por los que lucharon. Porque a veces, los leones, son vencidos por sus presas.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *