Más de lo que fuimos

En la vastedad de la evolución, los seres humanos somos la única especie capaz de unirnos en grandes grupos y colaborar para llevar a cabo proyectos imaginados que antes no existían. Este don, que a veces olvidamos, nos hace mucho más de lo que podríamos haber imaginado. Somos una creación de la naturaleza, una especie sensible e inteligente capaz de emocionarse.

En nuestra cotidianidad, a menudo caemos en la trampa de creer que no somos suficiente. Pero, en realidad, somos únicos y especiales. Imagina un puzle gigante de 7,8 miles de millones de piezas. Todas las piezas son necesarias para completar el puzle aunque es cierto que a veces tardamos en encontrar nuestro lugar. Ten por seguro que todos tenemos un lugar y, si este aún no existe o no nos gusta el que hemos encontrado, podemos cambiarlo y hacerlo con nuestras propias manos.

Nuestra capacidad para coordinarnos en grandes grupos nos ha permitido construir ciudades, inventar tecnologías y desarrollar ideas que han transformado el mundo.

Imagínate un prado verde extendiéndose hasta donde alcanza la vista, con un cielo azul brillante sobre nosotros. Este paisaje inspirador nos recuerda la grandeza de la naturaleza y la increíble capacidad que tenemos como especie para crear y soñar. Nos invita a ser conscientes de nuestra valía y a reconocer que somos parte de algo más grande que nosotros mismos.